
Gornergrat es, junto con el mirador del Matterhorn glacier paradise, otra de las visitas ineludibles si se dispone de varios días para visitar el destino Zermatt - Matterhorn. Incluso si la meteorología no acompaña, la subida en el tren cremallera hasta los 3.089m de Gornergrat vale la pena. El paisaje que los pasajeros descubren a medida que el tren va ganando altitud, pasando por cascadas, puentes, túneles y las estacioens de Riffelalp, Riffelberg y Rotenboden es realmente único, siempre con el Matterhorn como telón de fondo, algo que obligará a los fotógrafos y a los amantes de las grandes panorámicas alpinas a abrir las ventanillas y asomarse con sus cámaras durante gran parte del trayecto.
Una vez situados en Gornergrat, con su restaurante, su hotel, sus terrazas panorámicas y su capilla, la visión panorámica que nos acompañará es sencillamente espectacular. El Monte Rosa, con sus cumbres más altas (Nordend y Dufourspitze) se nos muestra muy cercano, junto con la inmensa muralla del Lyskamm, el Castor, Pollux o el Breithorn, llegando hasta el Klein Matterhorn. Al fondo, hacia el oeste, el Matterhorn y sus cumbres vecinas se mostrarán altivos, bien visibles en todo momento.
A nuestros pies, el Gornergletscher, el segundo glaciar más largo de los Alpes, muestra sus hielos eternos, salpicado de pequeños lagos que se forman cada año a lo largo de su impresionante lengua de hielo.
Recomendable el itinerario de alta montaña que conecta Gornergrat con la cumbre de Höhtalli, para seguir hasta el Stockhorn.